cr




Atemperado



Alfa
Epsilon

No recuerdo el color de mi primer chicle



Croma sobre croma



Color
Sombra



Cincel al cielo
Alfa Epsilon
“Los seres humanos se cultivan y hay castas: Alfa, Beta, Gamma, Deltas y Épsilon. Los Alfas son inteligentes, altos y guapos; los Épsilones, bajos, tontos y feos. Todos son permanentemente felices”

Esta frase de Aldous Huxley se me hace gratamente interesante, llegando a sentir una estrecha relación con lo que soy día a día, y no me refiero a mis actitudes, a lo que me rodea o a lo que percibo del mundo actual, esta frase me alegoriza, literalmente, cada día. Siento que el estilo de vida actual, y de por sí la propia naturaleza del ser humano moderno, nos lleva a buscar ese otro-algo mejor justo cuando empezamos a poseer lo que anhelábamos en tiempo pasado; y así, en determinados momentos vivimos días Epsilon: bajos, sin nada que destacar y que sería mejor ya no recordar, esos días que en un futuro nuestra memoria vaciará en el abismo emocional de la modernidad donde los seres humanos se dejan sus recuerdos para que en vez de ellos solo quede el cascarón de “Un 17 de marzo del 2011” o “El 19 de agosto del 2006”.

Pero siguiendo esta misma línea, en nuestra vida se puede dar la grata dicha de encontrarnos con días Alfa, esos días, que ya sean por una planeación exhaustiva o por una serie de convenientes coincidencias, se vuelven un momento memorable, digno de recordar y poner como tema de conversación en la próxima reunión de amigos.

Sin embargo, cada día es feliz por sí mismo, no debido a nuestra percepción del mismo ni a la percepción de las personas en general, digo que esa unidad de tiempo, esa jornada, se encuentra realizada sea como sea que se haya desarrollado, ya que su única función, la cual es transcurrir y seguir hilando la infinita línea del tiempo, se logra continuar con perfección, diariamente, eternamente, y a cada día solo le importa llegar a cierta marca del reloj para de nuevo darle paso a otro día, y así, al ciclo perfecto e interminable al que nos encadenamos.

*

-¿Y ahora, si todo esto es cierto, que con lo que veo?

-pues no es nada muy enredado la verdad

- ¿Pero que es?

-Si cada día que ya fue y que sabemos que de facto así se va a quedar, aunque sintamos que debería cambiar, si a ese día lo cubrimos con una bella manta, con una película llena de extrañeza ¿no crees que su estatus subiría?, que ese horrible día de enfermedad, aunque siguiera siendo lo que es, un día de enfermedad, ¿no se vería mas cautivador?, al final, su forma, que es lo que capta al recuerdo de nuestra mente tallado por nuestros ojos, se trastornó y se tapó gracias a los deseos inconformes de nuestra memoria.

- ¿Pero no estarías contradiciendo
un poco lo dicho arriba?

-- Pueda que sí como pueda que simplemente deje un mal sabor en la boca al que lea esto, pero al final no creo que importe demasiado, ni cómo ni cuándo sea la contradicción en la memoria alterada. Yo, por ejemplo, hoy te deseo un día, cariño, ya que no me veo en capacidad de definirnos qué sería un buen día desde aquí.